Entramos a clase y encontramos una mesa larguísima con un mantel que decidimos decorar con ceras blandas.
Mirad qué concentrados estábamos:
¡¡Nos quedó precioso!!
Una vez listo, nos lavamos las manos y la seño preparó todo el picoteo. Había gusanitos, galletitas, patatas fritas, ruedas, cortezas y olivas. Y para beber coca-cola o fanta.
Ya metidos en faena la seño nos dió un trozo de pizza que estaba riquísima.
Para acabar soplamos la vela con el número de nuestro último cumpleaños y nos comimos una rica tarta de galletas y chocolate.
Nos lo pasamos fenomenal y cogimos fuerzas para esta semana de despedidas.
¡¡Un abrazo monstruoso!!
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